domingo, 1 de mayo de 2016

El año en que chocaron dos titanes; Antonio Inoki y Cassius Clay.


Foto vía washingtonpost.com

Por: Erik Castillo Cadena

"Inoki precursor de las MMA, Alí un coloso del Boxeo".


Antes de que Royce Gracie ganara en 1993 la edición número 1 del UFC en el McNichols Sport Arena de Denver, Edwar William Barton- Wright padre del Bartitsu creó durante el siglo XIX una liga multidisciplinaria donde se enfrentaban peleadores de distintas escuelas y estilos, misma que dio la pauta para que muchos años después las MMA y combates entre deportistas de diversas especialidades se enfrentaran ante millones de miradas, tal como pasó con Inoki y Alí en 1976.


El "Dios Inoki" como también se le conocía al nipón por esos años, debido al prestigio adquirido en el mundo de la lucha libre y su preparación como artemarcialista, que le llevó a fundar el Karate Kansuiryu junto con Yukio Mizutani, es considerado uno de los precursores modernos de la Artes Marciales Mixtas  por los combates que sostuvo con; el karateka Willie Williams, el judoka Willie Ruska, el luchador paquistaní Akram Pahalwan y la leyenda del boxeo Muhammad Alí.


Fue precisamente con este último, con quien disputaría una de las peleas que más expectación creo en todo el globo terráqueo, pues Cassius Clay mejor conocido como Muhammad Ali, era catalogado  el prodigio del boxeo en los pesos pesados, que había enfrentado a púgiles consagrados como; Sonny Liston, Joe Fraizer, Floyd Patterson, Henry Chooper y George Foreman.



"Un combate retransmitido en 34 países del mundo y 12 000 espectadores en el Nippon Budokan".


Sin embargo Alí al igual que Inoki, decidieron cruzar las fronteras de sus respectivas disciplinas, por lo que en 1976  Cssius enfrenta por primera vez a un luchador de nombre Buddy Wolfe, a quien venció por decisión y que sería la antesala para enfrentar en ese mismo año Inoki, la gloria japonesa.


El combate surgió tras una declaración de Alí, dueño de un sentido del humor  tan pesado como la categoría que ostentaba de púgil, quien le preguntó de manera abierta a Ichiro Hatta,presidente de la Japanase Amateur Wrestling Association, que si en oriente habría un luchador  capaz de desafiarle a un combate. El trabajo de la prensa pronto posicionó el reto en los medios y fue entonces que el afamado gladiador, Inoki asumió el compromiso contra Clay.


El 26 de junio de ese año se llevó a cabo la reyerta en el Nippon Budokan, ante 12 mil espectadores y una retransmisión en 34 países del mundo.


"Una pelea controversial que llevó a Muhammad Alí al hospital".


El combate se pactó  con reglas que de cierta forma beneficiaron a Muhammad Alí, pues Inoki tenía prohibido usar derribes, llaves, tirar puñetazos y patadas a la cabeza, por lo que se limitó a tirar patadas a las piernas y tratar de derribar a aquél que decía que volaba como mariposa y picaba como abeja, quien intentaba que el japonés le atacara de manera frontal para hacer uso del cloroformo que poesía en los nudillos, situación que nunca sucedió.


El resultado de la pelea fue indignante para los aficionados quienes manifestaron su inconformidad por el empate que designaron los jueces. Hasta ese momento, parecía que la pelea había sido pareja, pero fue tras la misma que Muhammada Alí tuvo que visitar el hospital severamente lastimado por las patadas en las piernas que Inoki le propinó a lo largo del combate.


"Huracán Ramírez, el primer luchador en toda hispanomérica que enfrentó a un boxeador".


A pesar de la relevancia que tomó el evento de estos dos gigantes, con anterioridad el gladiador mexicano Huracán Ramírez ya había protagonizado en mayo de 1963 en la ciudad de Bogotá, Colombia, una función contra un púgil de mote "El Tigre Francés", evento que hasta ahora se registra como el primero de esas características en toda hispanoamérica, siendo Huracán el vencedor.


Afortunadamente en 2009, no se llevó a cabo un encuentro Cibernético versus Kahwagi, pues aunque conocemos la calidad  del trabajo luchístico del "Main Man" , una batalla contra un boxeador falto de recursos que se ha desempañado más en los curules como funcionario público que como peleador en el ring, le hubiese hecho mucho daño al deporte mexicano.










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