miércoles, 23 de marzo de 2016

La Flor de Sakura y la entrada de la primavera en Japón (Parte1/2)


Foto vía Cultura Inquieta


Por: Citlalli N. Castillo




La noche de primavera
ha llegado a su fin
Amanece
Sobre los cerezos

MatsuoBasho



"La celebración del cerezo japonés o sakura,  a finales del mes de Marzo y principios de Abril traslada hasta 40, 000 visitantes de diversas partes del mundo a Tokyo y otras ciudades de Japón".


Las fiestas del Hanami, son una tradición japonesa con la cual se da la bienvenida a la primavera cada año en diferentes ciudades de ese país, pero es la celebración del cerezo japonés o sakura, como se le conoce mundialmente, la que a finales del mes de Marzo y principios de Abril traslada hasta 40, 000 visitantes de diversas partes del mundo a Tokyo y otras urbes del la patria nipona.


Entre los sitios que se suman a esta actividad de esparcimiento y contemplación se encuentran los parques; Shinjuku ubicado cerca del Palacio Imperial en Chidorigafuchi, donde los asistentes pueden alquilar barcas para navegar por los canales, el Maruyama en Kyoto con sus cerezos que al anochecer son iluminados, el parque Himeji en Kakunodate prefectura de Akita o el parque del Castillo de Hirosaki en la prefectura de Aomori.

"Aunque la flor oficial de Japón es el crisantemo ha sido el sakura la flor con más arraigo en esa cultura oriental"


De igual forma otros sitios vinculados con estas actividades son; el jardín botánico de Koishikawa que cuenta un gran número de familias de cerezos, el parque Kaminoyama con su famoso arco de flores en el santuario Tsurugaoka Hachimangu, el jardín del Museo de la Moneda, con sus especies raras de este árbol y el Monte Yoshino, famoso desde hace siglos por sus más de 30.000 cerezos que cubren la montaña.

Cabe señalar que la flor oficial de Japón es el crisantemo, sin embargo, para comprender el culto a la contemplación de las flores, hay que remontarse al periodo Nara, del año 710 al 784, en el que adoptan de la cultura china el gusto por contemplar el sakura.


Durante ese periodo se percataron que la inflorecencia o sakurazensen del cerezo, coincidía con el inicio de la temporada de plantación del arroz y la vuelta a las actividades agrícolas, fue entonces que los campesinos comenzaron a beber sake y a realizar ofrendas al pie de este árbol en honor a las divinidades que allí vivían.

Con el emperador Saga del año 786 al 842, esta tradición se fortaleció y ordena organizar fiestas bajo los cerezos del Palacio Imperial únicamente para los miembros de la corte. Si bien en esa época la flor del ciruelo era la más admirada por su belleza, la contemplación por la flor de cerezo toma más fuerza.

..."una metáfora de la misma a través de las fiestas del o- hanami, que implica observar las flores en toda su fase evolutiva; esplendor, decadencia, muerte y renacimiento".


Para el régimen Heian que abarcó del 794 al 1192, su importancia toma mayor impulso, incluso en la literatura se vuelve protagonista a través de poemas. Con el tiempo la costumbre se extendió a los samuráis y finalmente, en el período Edo 1600-1868, se convirtió en una celebración popular que incluyó al resto de la población.

La fascinación por los sakura, no tiene que ver sólo con la estética de la flor sino con el acto contemplativo y un proceso reflexivo sobre lo efímero y frágil de la vida, como una metáfora de la misma a través de las fiestas del o- hanami, que implica observar las flores en toda su fase evolutiva; esplendor, decadencia, muerte y renacimiento.

Cabe hacer una acotación el cerezo sakura es solamente floral y que es otra especie distinta al árbol de las cerezas frutales.


"Un proceso reflexivo y de mucha fiesta al pie de los sakura".


Así pues el árbol del cerezo sakura, a pesar de que sus ramas están desnudas durante el invierno, su fortaleza es tal que aguanta la inclemencia del peso nieve, pero al mismo tiempo se torna flexible pues sus ramas se doblan para dejar caer la nieve, en cambio en primavera renace con la floración pero esa belleza es efímera y no hay manera de resistirse a los acontecimientos, sólo fluir.

El esplendor de los cerezos dura unas semanas, por ello resulta vital saber el momento exacto de su floración, por lo que el pronóstico de este proceso natural se realiza cada año por la Oficina de Meteorología japonesa, y se le puede dar seguimiento en cada ciudad a través de un website creado por la Oficina de Turismo, y también en los medios de comunicación que difunden los calendarios de actividades.

El Hanami, es  una  tradición que  permite a  las familias, amigos o compañeros de trabajo reunirse  bajo  los cerezos, mismos  que  pueden  reservar con días  de  anticipación  gracias  a los calendarios  tan  precisos  del Departamento Meteorológico. 

Algunos de los asistentes a tan concurrido evento aprovechan para  reflexionar, conversar y cantar, al mismo tiempo que departen con comida o bebidas  hechas  con las mismas  hojas  del cerezo como tés y sake.  Las  reuniones  pueden  alargarse  hasta  la  noche, a estas tertulias se les nombra yozakura o cerezos nocturnos. 

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